Siempre he dicho que he tenido muchísima suerte con la niña. Desde que nació dormía de seguido por la noche (solían ser unas seis horas y alguna vez llegaron a ocho) y no se despertaba en absoluto. Hace como un mes la cosa empezó a cambiar. Se despertaba a media noche y yo, pensando que sería hambre, le ofrecía el pecho. A los cinco minutos estaba ya dormida así que, no era hambre. No podía entender como de la noche a la mañana ya no dormía del tirón, se despertaba siempre llorando y de mal humor.
Leyendo sobre las rutinas del sueño en los bebés (he de confesar que Aitana hasta hace bien poco no tenía ninguna rutina del sueño. Le daba la última toma independientemente de dónde, y se quedaba frita) pensé que sería bueno empezar a establecerle una (tampoco me he matado en pensar): la última toma se la doy siempre en la cama, tumbada para que ella esté más cómoda y cae rendida. De momento me funciona bien. Leí que era muy importante empezar a hacerle diferenciar entre el día y la noche. Si el bebé duerme durante el día no hay que tener un silencio sepulcral ni todo a oscuras, al revés, hay que hacer vida normal. Por la noche, sin embargo, hay que tener la menor luz posible, hablar bajito e intentar que, si se despierta durante la noche, se vuelva a dormir en su cuna sin ofrecerle el pecho, el bebé tiene que entender que es hora de descansar. Vamos, que lo que te dicen es algo imposible a no ser que sea un bebé de mentira. No me creo que si tu bebé se despierta a media noche, llorando a moco tendido seas capaz de dormirle en su cuna, sin moverle, sólo dándole la manita (si lo habéis conseguido, por favor, decidme cómo lo hacéis).
La desesperación y la falta de sueño llegaron a mi vida así que las rutinas cambiaron e hice lo que se me iba ocurriendo y callaba a la niña (un poco de malamadre). Un día cualquiera, dos de la mañana, la niña llora (pero no es que empiece a quejarse y termine llorando, no, pasa de estar en silencio a gritar como una descosida) me despierto sobresaltada, no me puedo creer que sea tan pronto. Nada de pecho, así que hay que buscar alternativas que la calmen. Me voy al salón y la entretengo con juguetes, cuadros y demás. La niña se cansa, quiere otra cosa. Enciendo la tele y sospechosamente a esas horas intempestivas ponen Art Attack (recuerdo cuando lo veía de pequeña). Pues nada, nos ponemos a verlo y cae rendida en mis brazos (una hora después, claro está). Antes de las seis de la mañana ya estaba despierta otra vez pero en esta ocasión sí que le ofrecía el pecho.
Visto que no iba a ofrecerle el pecho a esas horas hablé con mi señor esposo para turnarnos por las noches. Él accedió.
Buscar en Google soluciones nunca fue bueno, así pasó. Que leyendo sobre cómo calmar al bebé por la noche me topé con: nada de tele, nada de juegos, nada de luz (vamos, que lo estaba haciendo todo estupendamente). En la última visita al pediatra le comentamos esto que nos pasaba y nos dijo más o menos lo que ponía en internet: no le ofrezcas el pecho y, si sigue así, te mandaré cereal para que le des en la última toma (Aitana aún sigue con pecho excepto la verdura a las 12 y la fruta a las 16 por lo que el cereal significaba biberón y eso no me gustaba demasiado).
La enfermera nos propuso probar Belvit sueño (una infusión) que calma al bebé y que quizá nos funcionaría. La niña es puro nervio, así que es normal que se despierte por la noche y que durante el día no duerma demasiado.
Ay... bendito Blevit. Lo compramos en la farmacia (cuesta entre 7 y 10 euros) y se lo dimos en un vasito antes de la última toma (en el paquete viene indicado la cantidad según la edad del bebé). Se durmió como siempre en la cama con la última toma y... no se despertó (bueno sí, a las cuatro de la mañana hizo algún quejidito, le di el chupete y siguió durmiendo) ¡Amaneció a las ocho! no me lo podía ni creer, volvía a ser la de antes. Estuve leyendo sobre los efectos del Blevit y encontré de todo: gente a la que no le funcionó y, por lo tanto, dejó de dárselo al bebé; gente que decía que su bebé estaba zombie todo el día (puntualizo que se lo daban varias veces al día - en la caja pone hasta tres - ) y otra gente que dice que le funcionó muy bien. Nosotros sólo se lo damos una vez, antes de dormir y la niña durante el día sigue igual: contenta, riéndose y muy espabilada. Así que mi opinión: mano de santo. He de reconocer que el primer día fue el que mejor funcionó, ocho horas del tirón, desde entonces no ha sido exactamente así pero sí que hemos conseguido que la niña duerma más calmada. Se duerme como siempre y se suele despertar durante la noche, pero ahora en menos de cinco minutos vuelve a estar dormida otra vez. Basta con cogerla, un par de ea, eas y listo. No es la panacea pero por lo menos ha servido para que la pequeña heredera duerma más tranquila, y nosotros también.
¿A vosotras os ha funcionado? ¿Tenéis alguna otra solución para bebés que son puro nervio?
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