lunes, 22 de junio de 2015

Conociendo al ginecólogo

Creo que la relación entre una mujer y su ginecólogo (léase también ginecóloga) debe ser como un flechazo, me explico. ¿Una relación de pareja funciona si no hay feeling? No, pues una relación mujer - gine tampoco, os lo digo yo. Debe haber algo, al fin y al cabo es el que va a inspeccionar ahí abajo, así que algo de confianza debe darte.
elegir ginecólogo, ginecología
No me considero más vieja que Matusalén pero la verdad que para la edad que tengo creo que he pasado por varios (quizá demasiados) ginecólogos. ¿El motivo? no lo sé ni yo.

Cuando empecé a ir al ginecólogo iba al mismo al que había ido mi madre, hasta que se jubiló y hubo que cambiar. No importa lo que tardemos, pero hay que encontrar un ginecólogo que nos guste, y es que así es, es demasiado importante. Después de pasar por varios, caímos (mi madre, mi hermana y yo) en una que era muy buena. ¿El problema? Que sólo atendía un lunes al mes en la clínica de Madrid (el resto fuera), imagínate para pedir cita... ¡imposible! Un lunes al mes, por la mañana... esa cita valía su peso en oro. Después de varios años yo la dejé, no me compensaba tener una ginecóloga a la que para poder verla tenía que faltar al trabajo y estar al acecho para pedir cita. Empezaron a verme ginecólogos de su equipo (insisto en que cada vez uno, cuadrar las citas era misión imposible) como las visitas eran anuales, no le daba mayor importancia hasta que me quedé embarazada.

¿Y ahora qué hago? No tengo ginecólogo de cabecera, me lleva todo un equipo, así que para confirmar embarazo pedí hora con el primero que hubiese ya fuese en Madrid o fuera, y así pasó, que me empezaron a ver en Montepríncipe (en el quinto huevo a la derecha de mi casa). Al ser un embarazo y no una simple revisión, no quería que cada vez me viese uno, prefería tener uno fijo y ese uno me tenía que gustar.

Creo que cuando estamos embarazadas, cuando vamos a ser madres se nos despierta un instinto protector que no existía. Antes, si cada vez te veía uno, no pasaba nada, si había que retrasar la cita, daba igual... pero estando embarazada ¡ni pensarlo! Yo quería que siempre me viese el mismo (cuando empecé a ir al ginecólogo prefería mujeres por el tema de que crees que te entenderán más, que son como tú, que te dará menos vergüenza... a día de hoy mi ginecólogo es un hombre y la vergüenza, es un capítulo aparte, así que no caigáis en falsas apariencias)

A lo que iba, que ese instinto protector hizo que me centrase en un ginecólogo para que me llevase el embarazo. Los que me trataban en Montepríncipe me gustaban (la Dra. Kirk y el Dr. Valero son buena gente) pero me pillaba tan lejos de casa que no quería dar a luz ahí. Así que comenzó la búsqueda del ginecólogo perfecto (en último caso me iría a Montepríncipe).

Estuve mirando en la Clínica San José, allí nací yo y quieras que no, hace como ilusión, pero la mujer que nos atendió no nos gustó. No es que no hubiese feeling entre nosotros, es que había un muro de piedra, así que descartada. Cuando ya tenía casi decidido que iría a Montepríncipe ya que ningún hospital de Madrid me convencía, apareció el que hoy es mi ginecólogo. Fue recomendación de una amiga, que además ha trabajado con él. Atiende por lo privado y por lo público así que era estupendo ya que mi idea inicial era dar a luz en un hospital público (ya os conté por qué me decidí aquí) así que fui a conocerle, si me gustaba bien y si no... pues nada, a otra cosa.

La verdad que el hombre es bastante majete, lo medios que tiene en su consulta son buenos (os recuerdo que en la primera eco no pudimos escuchar el latido porque el ecógrafo estaba roto) y, aunque al parecer es bastante estricto con el tema del peso (en mi caso no lo fue ya que engordé 6,700 kg en todo el embarazo) es bastante comprensivo en general.

eureka, ginecologo
Pues nada, tarea resuelta. Ginecólogo cambiado (en la semana 20 de embarazo), nuevo hospital de nacimiento (con todos los medios) y a correr. Como yo me decidí por dar a luz en el hospital público, en la semana 38 me dio el alta para que me llevasen por la Seguridad Social (ya me habían dicho que era mejor que la última revisión la hiciesen allí por tema de expediente). Pues bien, me dieron hora para consulta y la ayudante casi se cae de espaldas cuando me vio de 38 semanas y la primera vez que iba al ginecólogo (tuve que explicarle brevemente todo). La ginecóloga se molestó bastante porque me hubiesen derivado allí y me dijo con bastante rintintín (ya que tuve que explicarle todo el proceso) que cuántas veces había cambiado de ginecólogo. ¿Y a usted qué le importa señora? ¿No será mejor que me quede con uno que me guste y me de confianza que con el primero que pase?

Me hizo una eco de 10 segundos (básicamente para comprobar que había latido, que ya se lo podía haber dicho yo por las patadas que daba) y listo (el padre ni olerlo, claro).

Aunque me supo mal que la mujer fuese tan antipática, no cambiaría mi decisión por nada y, a día de hoy, mis futuros embarazos serán como este (siento si a alguien le molesta que el embarazo me lo lleven por privado y luego de a luz en un público, pero creo que no hay motivo para enfadarse y que cada uno es libre de hacer lo que quiera)


¿Qué piensas de la relación mujer-gine? ¿Te costó elegir al tuyo?

2 comentarios:

  1. Hola Sara,

    He leído éste y otros posts tuyos y quería preguntarte algunas dudas. Como te puedo escribir por privado?

    Gracias!

    Ana

    ResponderEliminar
  2. Hola Ana,

    Puedes escribirme a mamaantesdelostreinta@gmail.com

    Gracias!

    ResponderEliminar