Imagino que os pasará a todas pero yo veo que mi hija crece TTTTAAAANNNN rápido, que no me da tiempo a asimilar todo, creo que en unos meses se independiza.
Antes de quedarme embarazada jamás pensé que actuaría como he actuado, supongo que es que la maternidad te cambia y te hace vivir las cosas de otra manera. Nunca pensé en colechar con la pequeña heredera (que duerma con nosotros), quizá algún día pero no de forma continuada, siempre pensé que a los seis meses dejaría de dormir en nuestra habitación y pasaría a su cuna grande, nunca pensé que sería tan placentero el despertarte por la mañana con sus manotazos y patadas mientras balbucea cualquier cosa, se te queda mirando y cuando abres un ojo ¡ZAS! sonrisa al canto y ya te ha alegrado el día... nunca pensé que haría todas estas cosas pero estoy encantada de la vida de haberlas disfrutado.
Puede que alguien se pregunte: si tanto te gustaba y tanto disfrutabas... ¿por qué has dejado de hacerlo? pues muy sencillo, el infumable calor que lleva haciendo en mi casa varios días ha hecho que acelere un poco el proceso de traspaso de habitación (seamos sinceros, tampoco quería que la niña durmiese con nosotros hasta que hiciese la comunión).
Llevaba tiempo pensando en ello pero siempre había algo que lo posponía: pobre que hoy está muy tonta, que hay que lavar las sábanas, que hay que plancharlas (yo no plancho las sábanas nunca), que si hoy tiene moquitos, venga hoy el último día, que no que ya mañana... hasta que llegó el calor para instalarse en nuestra habitación y los tres durmiendo en la cama era IN-VI-A-BLE. Ya podías tener la ventana abierta, la puerta abierta y el salón abierto para crear corriente... que sudábamos como pollos, teníamos que poner un cartel en la cama de máximo dos ocupantes, así que se acabaron las excusas y el lunes durmió por primera vez solita en su cuarto. Además del calor, últimamente estaba empezando a coger unas habilidades circenses que empezaba a ser peligrosa la cama.
Desde hacía un tiempo las siestas las estaba haciendo ahí, para que empezase a acostumbrarse a la cuna (la verdad que no sé si servirá o no de algo, pero por si acaso) y para que fuese algo independiente (hasta entonces las siestas las hacía en el sofá, con nosotros o en el parque, a nuestro lado, pero no solía estar en otra habitación).
Al principio temimos que se avecinase una odisea de noche (aunque peor que la anterior, levantándose cada hora, no podía ser) nos daba cosa no escuchar el intercomunicador y no oírla si lloraba... era todo muy extraño.
La verdad es que la noche pasó sin darnos cuenta (Blevit mediante, eso sí). Al principio no le hizo mucha gracia y se despertaba cada vez que se movía (debe ser que extrañaba la cama o algo así) pero luego ya cogió carrerilla y ¡hasta las 06:30 que pidió el desayuno! Ahí sí que me la llevé a la cama y se quedó durmiendo con nosotros hasta que sus manotazos y patadas hicieron acto de presencia en la habitación. Creo que con el tema de la lactancia es un poco complicado (y por qué no decirlo, pereza máxima absoluta a esas horas) el volverla a llevar a su cuna) pero poco a poco, todo a su tiempo.
El que la haya pasado a su habitación no quiere decir que no vuelva a dormir con nosotros, pero ya no de forma continuada. A veces pienso en si es demasiado pronto para enseñarla a dormir sola, o si la malacostumbro si colecha con nosotros porque... ¿hasta qué edad se debe colechar? La pequeña heredera tiene ocho meses y medio y aunque para algunas cosas la vea mayor... para cosas como esta la sigo viendo pequeñita.
Pues ahí está, la pequeña heredera hecha una jabata y ya durmiendo sola ¡a ver lo que dura!
¿A qué edad pasasteis a vuestros peques a la cuna? ¿cómo lo llevaron? Y vosotros ¿les echáis de menos?
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