viernes, 13 de febrero de 2015

Cómo dar el pecho sin morir en el intento. Toma I

Una vez que el médico te ha confirmado que estás embarazada, una vez que asumes que vas a ser mamá, que se lo has contado a todo el mundo y ves que los meses pasan muy rápido llega otro punto de inflexión en el embarazo: el tema de la lactancia ¿Vas a dar el pecho? ¿Sabes lo que ello supone? ¿Estás decidida?

Yo no soy médico ni lo pretendo ser, por lo que no voy a entrar a valorar las ventajas y desventajas de la lactancia materna para los bebés (lo que sí os recomiendo es que leáis el libro del pediatra Carlos González Un regalo para toda la vida. Guía de la lactancia materna, creo que merece la pena) lo que sí os voy a contar es cómo ha sido (y está siendo) mi experiencia con la Lactancia Materna Exclusiva hasta los 5 meses de Aitana.

Si algo tuve claro desde el principio es que yo quería dar el pecho (siempre y cuando tuviese leche y la niña engordase, claro está). No os voy a mentir, durante el embarazo no me preparé nada el pecho ¿Ah pero que hay que preparase el pecho? Pues por lo visto sí queridas, he leído que es bueno preparar los pezones para evitar así las grietas, no sé si será cierto o no, el caso es que yo no hice nada más allá de echarme crema hidratante y antiestrías durante todo el embarazo. A día de hoy no tengo ninguna estría nueva -las que venían de serie antes del embarazo siguen ahí, no se han ido - y los pezones han sufrido lo suyo hasta llegar a acostumbrarse (gracias a Dios porque creo que si no me hubiese mutado en un ser insoportable y hubiese abandonado la lactancia materna hacía tiempo).

Pues con los pezones como siempre di a luz. El día que nació la pequeña Aitana me la colocaron en el pecho nada más nacer para que mamase. No sé si será que la emoción me nubló la mente o que ella tenía poca fuerza pero sinceramente no recuerdo ningún dolor, ni molestia cuando estuvo mamando en el paritorio. Me dijeron que tenía leche para alimentar a todo el hospital, así que un problema menos para cumplir con mi objetivo: dar de mamar.

En las pelis es muy bonito: el bebé nace precioso, como recién salido de cualquier sitio menos de donde sale en realidad, la madre está estupenda, en la cama tumbada y con el pecho dispuesto para el bebé. La enfermera / matrona coloca al bebé cerca del pecho y él solito se va acercando hasta que lo agarra, perfectamente, sin ningún problema y come sin cesar. Pues siento deciros amigas que esto no es así (o por lo menos en mi caso) nada es tan bonito como lo pintan y no os voy a mentir: la lactancia al principio, duele, y mucho mucho.

Como os he dicho en el paritporio no sentí ninguna molestia en el pecho y cuando me subieron a la habitación me dijeron que diese el pecho a demanda es decir, siempre que el bebé lo pida, es decir, TODO el rato sin parar. 
Aitana nació larga pero delgadita (2,660 kg) y tenía poca fuerza para chupar por lo que me pediría bastante a menudo comer. Las enfermeras me dijeron muy amablemente que no dejase a la niña más de dos-tres horas sin comer porque era muy pequeña y tenía que coger fuerzas, que si ella no lo pedía la tendría que despertar. Yo como buena madre primeriza tomé nota de todo lo que me dijeron para cumplirlo al pie de la letra. 

Pasan las horas y la niña empieza a llorar. Tiene hambre. Dale el pecho. Y allá que iba yo... Aplicaba la técnica que me enseñó la enfermera en el paritorio: tumbada de lado y colocándole yo el pezón en la boca. Dos-tres tomas más tarde... los dolores empezaron a aparecer. Es normal, dar el pecho tiene que doler un poco. Ya bueno, precisamente por eso, tiene que doler un poco, no como si me los estuviesen arrancando.
crema para el pecho; crema para pezones; medelaMe habían recomendado para las grietas (para el pezón en general, que viene de perlas aunque no tengas grietas) una pomada: Purelan, de la marca Medela. Mano de santo oye (vamos a ver, la crema es buena pero no hace milagros. Si tienes los pezones delicados, por no decir otra cosa, no te los cura en un santiamén, quizá lo haga en un mes...) También me dijeron que podía empezar con unas pezoneras, que seguramente me ayudasen hasta que la niña se acostumbrase al pecho, así que también las compré (también de la marca Medela). Además las pezoneras protegerían el pezón durante los momentos tensos.


pezonera; medelaDar el pecho duele, la pomada ayuda, pero el daño ya estaba hecho. No había vuelta atrás. Los pezones empezaban a enrojecerse y cada vez que quería comer (o lo que es lo mismo, cada dos horas) yo estaba bastante molesta.
Segunda noche en el hospital, mañana me dan el alta y ahora la niña come... ¡cada hora! (por si no lo sabíais los tiempos de cada toma son siempre desde que empieza, no desde que acaba. Para que os hagáis una idea... si empieza a comer a las 10:00 y termina a las 10:30-10:40... a las 11:00 volvía a pedir teta, o lo que quedase de ella... pobre mía... )

Las grietas aún no habían hecho su aparición. Tan sólo eran rojeces y un poquito de heridita (minucias comparado con lo que vendría después) pero he de confesar algo... la última noche en el hospital estuvo a punto de costarme la lactancia... (la lactancia, los pechos, el matrimonio... todo lo que en ese momento tuviese por delante). La niña quería comer sin parar, yo no podía más del dolor, y del cansancio y de todo... ¡sólo quería morírme! pero no abandoné, fui fuerte como una jabata y ahí seguí, con los pezones que ni rozarme podía, pero con la lactancia hasta el final.

Llegamos a casa y con ello... las grietas, pero esto lo dejo para otro episodio, que este me ha quedado demasiado largo...

¿Qué tal vosotras con el pecho? ¿lo teníais claro antes de empezar? ¿grietas? 




2 comentarios:

  1. A mi la matrona del Centro de Salud me recomendó que para las grietas lo mejor era que, al acabar la toma, me frotase con un poco de leche. A la semana o así las grietas y los dolores habían desaparecido.

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    1. Muchas gracias por tu aportación!! También me lo habían comentado! Incluso para la costra láctea dicen que es muy bueno también (eso no lo he probado 😉)

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