Por fin he encontrado un hueco para empezar a contar cómo fue el primer cumpleaños de la heredera. La verdad que todo salió maravilloso y, aunque ella no se enteró de nada, todos disfrutamos un montón. Os contaré qué cosas hicimos y cómo lo organizamos, pero el cumpleaños de Aitana no podía empezarlo de otra forma que no fuese con la tarta, y no es cualquier tarta, es
LA TARTA (cuando la probéis sabréis lo que digo).
Me encanta organizar cosas y tenía claro que el primer cumpleaños de la pequeña quería que corriese de mi cuenta: detalles, decoración, ideas y tarta, sabía que la tarta quería hacerla yo. No me considero negada en la cocina, es más, me gusta bastante y creo que no se me da del todo mal, pero al ser una tarta de cumpleaños no podía arriesgar a hacerla por primera vez el día de la celebración. Tenía que hacer pruebas antes.
Busqué mucho por internet sobre tartas que pudiesen comer los niños y, aunque cada uno hace lo que quiera en su casa, no me convencía mucho el darle tanto azúcar a la niña, pero hacer una tarta sin azúcar... creo que sería un poco fracaso. Resultado: dos tartas. Una para todos y otra para la pequeña cumpleañera.
La tarta elegida para
los mayores fue una
naked cake de chocolate y crema de queso (sólo deciros que la hice también para el cumpleaños que hicimos con los amigos y más de uno me pidió la receta).
Dicen que es el mejor bizcocho de chocolate, que se puede comer así, tal cual, con un buen tazón de leche para desayunar... y qué cierto es. Pero cuando le añades el queso... se borda ¡QUÉ TARTA MÁS BUENA, MADRE MÍA! Os animo a hacerla que, aunque parezca un poco engorrosa, el resultado es... magnífico (si alguien se anima que me lo cuente por favor!).
Os dejo la receta. Como veis es una tarta contundente, que llena bastante por lo que no hace falta dar grandes trozos a los invitados. Yo utilicé un molde de 22 cm y los 28 del cumpleaños la probamos, no digo más. Ahí va la receta (con anotaciones de lo que cambié yo)
Ingredientes
Para los bizcochos (2 moldes de 20 cm, yo utilicé uno de 22cm y, aunque tardé un poco más en hacerlo, me ahorré el dinerillo de un nuevo molde):
310 gr harina
65 gr maicena
450 gr azúcar
210 ml café recién hecho
210 ml agua fría
90 gr cacao puro en polvo
2 cucharaditas bicarbonato (yo no usé bicarbonato, lo sustituí por levadura. 2.5 cucharaditas en total)
1/2 cucharadita levadura química
3/4 cucharadita sal
225 gr mantequilla punto pomada
4 huevos L (yo utilicé M)
1 cucharada extracto de vainilla (las pruebas las hice sin ella, y el definitivo lo hice con aroma de vainilla. No noté la diferencia la verdad)
Para la crema de queso:
200 gr azúcar glas
150 gr mantequilla punto pomada
450 gr queso tipo philadelphia
250 gr nata para montar
1 cucharada azúcar
Para decorar:
Fresas (yo utilicé frambuesas y arándanos)
Receta
Cogemos el café recien hecho. En cuanto esté, aun caliente, le añadimos el cacao en polvo y removemos bien para que se disuelva. Ahora ponemos el agua fría.
En un bol tamizamos la harina, la maicena, la levadura y la sal ( en las pruebas no lo tamicé pero en la tarta final sí, y os lo recomiendo. Así evitaréis cualquier grumito de harina)
Por otro lado batimos el azúcar con la mantequilla (a punto de pomada, es decir, a temperatura ambiente, blandita y moldeable). Una vez mezclado añadiremos los huevos uno a uno. Ponemos la esencia de vainilla. Cuando terminemos uniremos todas las mezclas: el café, cacao y agua, con la harina, levadura y maicena, junto con la mantequilla, el azúcar y los huevos (si veis que se os queda algún grumo o queréis que se quede una mezcla más homogénea podéis batirlo para que quede perfecto).
Una vez tenemos la masa y con el horno precalentado a 170º dividimos la masa en los moldes ya engrasados (en uno o en dos, según lo vayáis a hacer). Tenemos una hora hasta que estén listos (comprobar siempre antes de sacarlos)
Es conveniente dejar que se enfríen antes de desmoldarlos y cortarlos (aviso, son muy frágiles)
Para la crema de queso: montamos los 250ml de nata con 1 cucharada de azúcar y la reservamos (cuidado no se os corte la nata) En otro bol mezclamos la mantequilla (a punto de pomada, básico y fundamental) con el azúcar glas. Después añadimos la crema de queso y seguimos batiendo. Una vez terminado añadimos la nata montada y mezclamos con cuidado.
Llega la hora del montaje de la tarta. Una
naked cake tiene aspecto de tarta inacabada, así que si no os queda perfecta, tampoco hay que preocuparse. Desmoldados los bizcochos los cortaremos en dos e iremos añadiendo la crema de queso a cada capa (bizcocho - queso - bizcocho - queso)
El último toque es ponerle unas frambuesas y arándanos encima (cualquier fruta silvestre queda perfecta) y ya tenéis vuestra tarta lista!
Consejos basados en la experiencia de 3
naked cakes:
- FUNDAMENTAL dejarla en la nevera unas horas (si es de un día para otro, mejor). El bizcocho quedará perfecto igual y la crema de queso cogerá cuerpo y las capas
bizcocho - queso quedarán más compactas (antes de meterla en la nevera mi tarta daba pena verla... de hecho pensé en comprar una al día siguiente, pero con el frío... todo cambia)
- Yo utilicé un molde de 22cm en lugar de 20cm por lo que la cantidad de masa se notó un poco. En el cumpleaños de la familia hice las cuatro capas (capa bizcocho cortado en dos) pero con los amigos hice un gran bizcocho en el molde de 22 y lo partí dos veces (en total tres capas, no cuatro). A mi gusto quedó mucho mejor, las capas de bizcocho eran más gruesas, así que si utilizáis molde de 22cm mi consejo es tres capas y no cuatro.
- Dejad enfriar bien los bizcochos, son súper sensibles.
- La decoración con frambuesas y arándanos la dejé para el final. Una vez montada la tarta la crema de queso no es demasiado consistente, así que agarraron mejor una vez enfriado.
- Si los bordes de la tarta te han quedado algo imperfectos puedes recortarlos con un cuchillo. He aquí las ventajas de las
naked cakes, son imperfectas.
Como podéis imaginar esta tarta no la he inventado yo, la cogí del magnífico blog
La cuchara azul, así que tenéis el enlace por si queréis ver su resultado.
¿Qué os parece cómo quedó? (vale que aparentemente no es la caña, pero de sabor estaba... inmejorable, os lo aseguro) ¿Os animáis con la receta?